viernes, 7 de marzo de 2008

Por: Pastor Ernesto Alemán.

Es la relación de pacto entre dos ungidos para llevar fruto, más fruto y mucho fruto, respondiendo a un objetivo:

Reproducir el modelo de Cristo – Iglesia.

La clave es que el matrimonio cristiano es una relación, esto es: RE = UNION LACION= LAZO (Os 11,4)

Por lo tanto es un lazo de unidad hacia un objetivo.

Pero esta es una relación de Pacto (Ez 16, 8-14). Este modelo Cristo – Iglesia, ¿hacia qué apunta?

Hacia la Salvación, vida eterna y abundante (Gen 1,26-28/ Jn 10, 10-20).

¿Cuáles serán las verdades y objetivos del matrimonio?

Verdad y Objetivo Nº 1

El Matrimonio es un regalo de Dios diseñado para reflejar SU Imagen al mundo. En donde Imagen es, carácter, por lo tanto características, firmeza, impronta, huella, energía (Col 1,15)

Verdad y Objetivo Nº 2

El matrimonio no consiste en solo hallar la felicidad y la realización personal; es también y fundamentalmente el desarrollar (algo que está envuelto y se desenvuelve, cumpliendo su potencial), el amor ágape que expresa el amor ágape de Él por nosotros (Rom 5,5).

Verdad y objetivo Nº 3

El amor es la relación humana de pacto que demuestra el pacto de Dios con nosotros.

Cada uno de los matrimonios cristianos, es decir, de ungidos, debemos ser luminares en el mundo de la obra de la Salvación en Cristo y de todo lo que ello implica.
¿Cómo se imparte este modelo en la pareja? Se imparte cuando cada uno de los esposos recibe la Palabra (1 Cor 6,17) es desde allí que nos entendemos como esposo(a). Allí entendemos nuestra personal responsabilidad y allí sabremos que para vivir en la “melodía” del espíritu en la “armonía” del alma” y en el “ritmo” del cuerpo, requerimos caminar en el espíritu, ligados al pacto.

¿Cuál es la responsabilidad del esposo, para ser melódico, armónico y rítmico en su vida matrimonial hacia su esposa? (Ef. 5,18). Él debe amarla y sacrificarse por ella (Ef. 5, 25). Él debe estar atento a sus intereses y cuidarla (Ef. 5, 29). Observe el verso 22.

El varón ha de ser un GEBER, es decir un campeón un guerrero, un héroe; alguien poderoso en toda SU fortaleza (cfr. Juec 6,12). Es más Jesucristo es el GEBER (Is. 9,6), porque es el campeón el Dios fuerte. Su respuesta al liderazgo de Cristo en Él, es dar la vida y amarla.

¿Cuál es la responsabilidad de la esposa, para ser melódica, armónica y rítmica en su vida matrimonial hacia su esposo? (Ef. 5,18).

Ella estará sujeta a su propio marido (Ef. 5,22).

Pero ¿Cuál será su motivación?:

hacerlo en el Señor.
Ella responderá al amor con el que ha sido amada.

¿Cuál será su responsabilidad?
Responsabilidad es la habilidad de responder a algo. Es devolver en sumisión el poder que se me confió. En el pacto del matrimonio, cuando ella ha experimentado el amor de Dios y tiene una relación de pacto con su esposo, siendo amada por Él, ella tendrá la habilidad de amar pues el amor responde al AMOR. Ella será una ayuda verdadera (Gen 2,18) es decir idónea: ella lo cubre y lo rodea (es un es una enredadera que va subiendo sobre un tronco y lo cubre). Él nunca le dirá al Señor: La mujer que me diste por compañera me engaño y comí (Gen 3,12). Él nunca le dirá: “Oí tu voz y tuve miedo y me escondí” (Gen 3,10). Ella nunca dirá: “La serpiente me engaño y comí” (Gen 3,13).

Él dirá: “Aquí estoy” asumo mi responsabilidad, envíame Señor. (Is 6,8). Yo amaré y daré mi vida en amor por ella. Responderé al pacto porque tú hiciste pacto conmigo. Estoy en pacto

Ella dirá: Responderé al pacto, responderé a tu llamado, responderé al amor ágape. Nunca seré contumaz, es decir, terca orgullosa, soberbia que no cambia no se sujeta. Yo no haré alianza con mis opiniones. Yo callaré de amor y luego hablaré de amor. (Jer 31, 22).

Los dos dirán: Te invitamos Jesús a nuestra boda, pero quédate allí (Jn 2,2). Invitamos tu iglesia, a tus discípulos a nuestra boda. Invitamos a los de Iglesia de Colombia a nuestra boda.

Los dos dirán: “Quédate con nosotros”, parte el pan con nosotros, recuérdanos tu pacto; el pacto de tu sangre derramada, resucita todo tu amor en nosotros (Ef 5,14), come con nosotros, cena con nosotros, ábrenos las escrituras, haz que nuestro corazón palpite al ritmo del tuyo, que arda nuestro corazón con tu fuego cuando nos expliques y traigas revelación y visión tuya (Cfr. Lc 24,29-32).

Los dos dirán: ”Nos nos embriagaremos con vino, no viviremos en disolución, sino que seremos llenado y llenados con tu espíritu para que podamos hablar entre nosotros los salmos, los cánticos y los himnos espirituales para que podamos darte gracias en todo. Queremos estar en tu melodía en tu armonía y en tu ritmo (Ef. 5, 19-20).

Los dos dirán: Nos sometemos el uno al otro en el temor del Señor (Ef. 5,211)
Los dos dirán: Llena estas tinajas con tu palabra, tenemos odres nuevos, para que venga tu espíritu (Lc 5,37-39). Limpia con tu agua, bendice con tu agua, trae vida, trae tu gozo. Has reservado el mejor vino hasta ahora (Jn 2, 10/ Heb 8,6)

Los dos dirán: Haremos todo lo que tu nos dices; es más podemos hacerlo porque fluimos en amor por medio de la fe (Gal 5,6/ Jn 2,5).